Cuentos de Grimm: Cuentos infantiles y del hogar
Lista de cuentos (Página 7)
121 El príncipe intrépido
Érase una vez el hijo de un rey, que estaba cansado de vivir en el palacio paterno, y como no conocía el miedo, pensó: «Quiero salir a correr mundo. Así no me aburriré, ni se me hará largo el tiempo, y veré cosas maravillosas». Despidióse de su padre y se puso en camino, andando incansablemente, de la mañana a la noche, sin preocuparse del sitio a que lo llevara la ruta. Es el caso que fue a parar frente a la casa de un gigante, y, sintiéndose muy cansado, sentóse a reposar junto a la puerta. Y,Lea la historia → 123 La vieja del bosque
Una pobre criada cruzaba cierto día un bosque acompañando a sus amos, y hallándose en lo más espeso, salieron de entre la maleza unos bandidos, que los asesinaron a todos menos a la muchacha, la cual, asustada, había saltado del coche para ocultarse detrás de un árbol. Cuando los bandoleros se hubieron alejado con el botín, salió ella de su escondrijo y contempló aquella enorme desgracia. Echándose a llorar amargamente, dijo: «¡Qué voy a hacer ahora, desdichada de mí! No sabré salir del bosque,Lea la historia →
130 Un Ojito, Dos Ojitos y Tres Ojitos
Érase una mujer que tenía tres hijas. La mayor se llamaba Un Ojito, porque tenía un solo ojo en medio de la frente; la segunda, Dos Ojitos, porque tenía dos, como todo el mundo; y la tercera, Tres Ojitos, pues tenía tres, uno de ellos en medio de la frente. Y como la segunda no se diferenciaba en nada de las demás personas, sus dos hermanas y su madre no podían sufrirla. Decíanle: - Con tus dos ojos no sobresales en nada de la gente ordinaria; no perteneces a nuestra clase. Y, así, la rechazabanLea la historia → 134 Los seis criados
En remotos tiempos vivía una anciana reina, que era, además, hechicera. Tenía una hija tan hermosa como no se habría encontrado otra bajo el sol. La vieja sólo pensaba en hallar medios para perder a los hombres, y cada vez que llegaba un pretendiente, decíale que quien aspirase a casarse con su hija, debía antes realizar un trabajo, y si no lo lograba, tenía que morir. Muchos lo habían intentado, deslumbrados por la belleza de la muchacha, pero ninguno consiguió jamás realizar lo que la vieja exLea la historia → 140 Los fámulos
- ¿Adónde vas? - A Walpe. - Yo a Walpe, tú a Walpe; ya ves, ya ves, vámonos pues. - ¿Tienes marido? ¿Cómo se llama tu marido? - Cam. - Mi marido, Cam; tu marido, Cam; yo, a Walpe; tú, a Walpe; ya ves, ya ves, vámonos pues. - ¿Tienes un hijo? ¿Cómo se llama tu hijo? - Tiña. - Mi hijo, Tiña; tu hijo, Tiña; mi marido, Cam; tu marido, Cam; yo a Walpe; tú, a Walpe; ya ves, ya ves, vámonos pues. - ¿Tienes una cuna? ¿Cómo se llama tu cuna? - Caballito. - Mi cuna, Caballito; tu cuna, Caballito; mi hijo,Lea la historia →