Cuentos de Grimm: Cuentos infantiles y del hogar
Lista de cuentos (Página 2)
021 La Cenicienta
Érase una mujer, casada con un hombre muy rico, que enfermó, y, presintiendo su próximo fin, llamó a su única hijita y le dijo: Hija mía, sigue siendo siempre buena y piadosa, y el buen Dios no te abandonará. Yo velaré por ti desde el cielo, y me tendrás siempre a tu lado. Y, cerrando los ojos, murió. La muchachita iba todos los días a la tumba de su madre a llorar, y siguió siendo buena y piadosa. Al llegar el invierno, la nieve cubrió de un blanco manto la sepultura, y cuando el sol de primaveLea la historia → 022 El acertijo
Érase una vez el hijo de un rey, a quien entraron deseos de correr mundo, y se partió sin más compañía que la de un fiel criado. Llegó un día a un extenso bosque, y al anochecer, no encontrando ningún albergue, no sabía dónde pasar la noche. Vio entonces a una muchacha que se dirigía a una casita, y, al acercarse, se dio cuenta de que era joven y hermosa. Dirigióse a ella y le dijo: - Mi buena niña, ¿no nos acogerías por una noche en la casita, a mí y al criado? - De buen grado lo haría -respondLea la historia → 024 Madre Nieve (Frau Holle)
Cierta viuda tenía dos hijas, una de ellas hermosa y diligente; la otra, fea y perezosa. Sin embargo, quería mucho más a esta segunda, porque era verdadera hija suya, y cargaba a la otra todas las faenas del hogar, haciendo de ella la cenicienta de la casa. La pobre muchacha tenía que sentarse todos los días junto a un pozo, al borde de la carretera, y estarse hilando hasta que le sangraban los dedos. Tan manchado de sangre se le puso un día el huso, que la muchacha quiso lavarlo en el pozo, y hLea la historia →
032 Juan el listo
Pregunta la madre a Juan: - ¿Adónde vas, Juan? Responde Juan: - A casa de Margarita. - Que te vaya bien, Juan. - Bien me irá. Adiós, madre. - Adiós, Juan. Juan llega a casa de Margarita. - Buenos días, Margarita. - Buenos días, Juan. ¿Qué traes de bueno? - Traer, nada; tú me darás. Margarita regala a Juan una aguja. Juan dice: - Adiós, Margarita. - Adiós, Juan. Juan coge la aguja, la pone en un carro de heno y se vuelve a casa tras el carro. - Buenas noches, madre. - Buenas noches, Juan. ¿DóndeLea la historia → 034 Elsa la Lista
Érase un hombre que tenía una hija a la que llamaban Elsa la lista. Cuando fue mayor, dijo el padre: Será cosa de casarla. - Sí, asintió la madre, ¡con tal que alguien la quiera! Al fin llegó de muy lejos un joven, llamado Juan, que solicitó su mano, poniendo por condición que la chica fuese juiciosa. ¡Oh, dijo el padre, nuestra Elsa no es ninguna tonta! Y la madre dijo ¡Ay, es tan lista que ve el viento correr y oye toser las moscas. - Así, bueno, dijo Juan, porque si no es muy juiciosa, no laLea la historia → 036 La mesa, el asno y el bastón maravillosos
Érase una vez un sastre que tenía tres hijos y una sola cabra. Como la cabra alimentaba con su leche a toda la familia, necesitaba buen pienso, y todos los días había que llevarla a pacer. De esto se encargaban los hijos, por turno. Un día, el mayor la condujo al cementerio, donde la hierba crecía muy lozana, y la dejó hartarse y saltar a sus anchas. Al anochecer, cuando fue la hora de volverse, le preguntó: Cabra, ¿estás satisfecha? a lo que respondió el animal: Tan harta me encuentro, que otraLea la historia → 039 Los duendecillos
Cuento primero Un zapatero se había empobrecido de tal modo, y no por culpa suya, que, al fin, no le quedaba ya más cuero que para un solo par de zapatos. Cortólos una noche, con propósito de coserlos y terminarlos al día siguiente; y como tenía tranquila la conciencia, acostóse plácidamente y, después de encomendarse a Dios, quedó dormido. A la mañana, rezadas ya sus oraciones y cuando iba a ponerse a trabajar, he aquí que encontró sobre la mesa los dos zapatos ya terminados. Pasmóse el hombre,Lea la historia →